¡Yo te sigo!
Quiero requetepatitas para así poder buscar por muchos lugares haciendo el sonido del tambor al andar y, finalmente, encontrar lo que estoy buscando. Que los buenos anuncios vayan acompañados de ecos, de resonancias amigables, de bandas sonoras siempre bienvenidas. Yo no quiero hacer el ruido de la muerte al andar. No, no. Quiero, sí, quiero, quiero unas buenas requetepatitas para quedarme enganchada con algún balde o rama del suelo. Que me voltee y me ría viendo la felicidad que tengo adelante y la tragedia de atrás. ¡Que no sepa tu primera pata lo que hace la última!
Ay de ti, gusano.
«O esto es un juego
que se parece a otro cuando nos echan tierra.
Porque también la Arruga…»
G. Rojas, Réquiem de la mariposa.