
Marilyn Monroe with the Troops by Corporal Welshman, 1954.
Me gustaba mirarte caminando por las calles con ese pelo con el cual te pavoneabas al mover tus caderas – quizá inconscientemente- de una manera singular. Nadie como tú me sacaba del sopor que producían el ruido de las micros y los pasos de miles. Y así fue cómo un día se me ocurrió no permitir que el día se me fuera en vano y te intercepté. Terminamos en un bar. A mi se me ocurrió juguetear con tu pelo y mi encendedor. Parecía una buena táctica para acercarme más. Mala, mala idea porque tu cabello era particularmente inflamable.